Una sección en donde nuestros colegas artistas nos acompañan
en el escenario, pero en esta ocasión utilizando la palabra escrita.
ACERCA DE LOS POLITICOS
(El oficio más triste del mundo)
Luis Enrique Mejia Godoy
Los aplaudimos y nos dan la espalda. Votamos por ellos y nos traicionan con sus chanchullos y sus Pactos. Pagamos impuestos para garantizar su confort, el de su familia y sus amigos. Nos mienten hasta que nos hacen creer que su verdad es una mentira necesaria. Son profesionales del fraude y el artificio.
En sus campañas electorales andan a pie y sin prisa. Durante su período de gobierno andan con chalecos antibalas y se desplazan en sus grandes camionetas blindadas. Fabrican encuestas, estadísticas y padrones electorales. Reparten sus fotos, banderas, y sobre todo, promesas al granel. La mentira es su verdad absoluta. Son los empleados mejor pagados. No conocen el Salario Mínimo ni el Mínimo Decoro.
Venden a sus amigos por nada y a sus enemigos los compran a cualquier precio. Pueden incendiar un país y después dormir la siesta e ir al entierro de sus enemigos. Leen los periódicos sólo para saber si hablan de ellos. Usan guardaespaldas hasta para verse frente al espejo. Tienen sucia la mirada y turbias las pupilas. El poder es su droga y su amante es la traición.
Duermen con un ojo abierto. Tienen a su Dios metido en su caja fuerte. Firman decretos como si fueran autógrafos. Firman Pactos Políticos como cheques sin fondos. Desconfían de su sombra y de su mujer. Procrean hijos sólo para asegurar sus votos. El soborno y la extorsión son sus pasatiempos favoritos. Odian a los artistas mientras no los puedan usar a su favor. Antes de dar una orden de matar son capaces de besar un crucifijo.
Son estreñidos, no pueden defecar sin leer la Constitución y cantar el Himno Nacional. Cuando hablan con su barbero, su sastre o su médico, encienden una grabadora. Son de mal dormir. Se creen eternos pero temen llegar a viejos y ser olvidados. Usan a la Democracia como si fuera una prostituta. Escriben presupuestos como novelas de ficción. Tienen una fascinación impresionante por los tronos, las sillas presidenciales, las tarimas y los aplausos. Leen y Consultan la Biblia como el Directorio Telefónico. Creen que la paz es realmente una paloma para practicar al tiro al blanco con ella.
Todo lo que tocan lo corrompen. Siempre tienen una querida, un cura o un pastor confidentes. Después de saludar a sus subalternos se lavan las manos. Hacen pactos con el Diablo y ruegan a Dios para que nadie se de cuenta. Conspiran hasta contra ellos mismos. Su plan de gobierno es un contrato en el que todo está escrito con letra menuda. Tienen una facilidad asombrosa para reunirse y no llegar a ningún acuerdo.
Los siete pecados capitales son su mejor currículum. No convencen a nadie pero siempre salen ganando, aún cuando pierden. Son expertos en dividir al pueblo. Son pedagogos de la injusticia y maestros en el arte de enredarlo todo. Usan al pueblo de todas las formas posibles para conseguir ascender. No conocen el asco. Se santiguan al revés.
Cuando no se venden, se alquilan. Creen que los medios de comunicación son sus entenados. Son capaces de mandar a hacer un río para construir un puente. El poder los aleja de la realidad y los envanece. La demagogia es su razón de existir. Creen que la vergüenza es cuestión de beatos. Van a la Universidad para graduarse de farsantes. Luego hacen un master en trampas, traiciones y engaños.
Su ideología es su cuenta bancaria en el extranjero. Cumplen con todo lo contrario de lo que prometen. Ven a la Sociedad Civil como una señora que anda pidiendo trabajo para lavarles los trapos sucios. Pertenecen a un Zoológico en el que las jaulas son sus propias aberraciones.
Tienen un rencor incalculable. La honestidad y la transparencia son cosas que amenazan su supervivencia. Utilizan a vándalos, pandilleros, maleantes y delincuentes comunes, para sus higiénicos propósitos. Nunca creen en lo que dicen, sino en lo que piensan y desean. Adoptan la ética para prostituirla con su vocación de camaleones.
Su mala reputación se la achacan a sus disidentes. La Mafia es su madrastra. Necesitan de las armas para justificarse, sin ellas se sienten inseguros. Son prisioneros de sus propias ambiciones. Tienen el oficio más triste del mundo.
ANTIDOTO CONTRA LA DEPRE
Luis Enrique Mejia Godoy
Sé que el mundo es un lugar hermoso para vivir, no lo dudo. Pero hoy, la maldita soledad casi me bota la puerta para que la dejara entrar con su comparsa de quejidos y maldiciones. Menos mal que me asomé al espejo de los sueños cuando aún me quedaban algunos minutos para despertarme y pude comprobar que siempre existe un lugar por donde escapar de ellos, pero también un camino, sin retorno, a la verdad. Pero no es el caso.
Ahora que escribo este texto solo escucho el ruido de mis largos dedos como gallina picoteando el teclado de la computadora. Trago saliva y respiro profundo antes de la siguiente frase… Escribo entonces la palabra luz. La enciendo despacio, huelo el aceite natural de su sonido como cortina de lluvia acariciando el zacate y se llena de alegría infantil mi rostro. Dios no puso en el ser humano la poesía solo para salir del paso, evadir la realidad y entrar en el sopor de la fantasía. Hay quienes se enredan con ella y terminan siendo sus amantes. Para mí es como la respuesta de mi corazón a las preguntas de mi conciencia. Hoy voy a buscar un lugar hermoso para darle rienda suelta a la imaginación. Por ejemplo, tus ojos. Allí pastaré el resto de la noche arropado por tu ternura hasta que la luna esconda su pezón detrás del lado oscuro de la almohada.
Sé que tengo disciplina y gobierno bien mi estado de ánimo. No puedo llevar mi tristeza a un gimnasio y someterla a una aparato para oxigenarme y llenarme de colores los rincones del alma con el paisaje agradable de la sonrisa de una muchacha... En sueños veo los parques llenos de pájaros huérfanos, hombres sin sombra y citas frustradas. En los moteles reinciden los amores fracasados y en los supermercados navegan miles de robots que buscan la felicidad al menor precio. Afuera, prometen cuidarte el carro para salvarte la vida y la gente sale del cine con el corazón vacío y con las pupilas cansadas como las obreras de las maquilas. Por las calles de la ciudad el heroísmo se pasea en voz alta. Sobreviven los ancianos que se disfrazan de niños para pedir una moneda en las esquinas donde casi siempre se les niega una sonrisa.
Pero ahora me siento bastante mejor. He hecho frente al espejo el ejercicio de cintura que recomiendan los entrenadores de boxeo. Espero que este día no sea el último chance que me juego en el ring de la vida ni la última neurona que mastica mi cerebro. He vuelto a despertar y soy feliz. Sin duda el mundo es un lugar hermosos para vivir!
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